“Al pie del Merendón"
Tal es el
título de este blog. La montaña de "El Merendón" forma parte de la
sierra de Omoa y separa el valle de Sula de las costas del Caribe. Se yergue a
una altura de 2,310 m . y a sus pies
se extiende la ciudad de san Pedro Sula.
Aquí vivo desde
hace trece años. Esta ciudad es la sede
de la diócesis sampedrana que comprende los departamentos de Cortés, Atlántida
y las Islas de la Bahía. Soy
obispo de esta diócesis desde el 3 de febrero de 1995.
Las montañas
han formado parte de mi vida. Nací
en un pueblo a 1,200
m . de altura en
la sierra de "La Demanda ",
provincia de Burgos, España. Desde niño he levantado mis ojos a la altura
de sus picos, San Millán, El Otero,
Cerro Guilez, superiores a los 2,000
m . Mis pies han recorrido sus caminos y veredas y han
hollado sus cumbres más altas. Mis pulmones han respirado el aire puro con olor
a pino, roble, haya, brezo y retama.
En sus laderas
vi pastar rebaños de ovejas y en sus pequeños espacios cultivables conocí el trabajo y el esfuerzo para ganar el
pan con el sudor de la frente. En esta geografía recibí las primeras enseñanzas de la Iglesia , de la escuela y de la vida.
Ha habido otra
etapa importante de mi vida con otra
sierra de fondo, la sierra de Guadamarra. Trece años en la vertiente madrileña, en los pueblos de Colmenar Viejo y
Los Negrales, como formador de jóvenes misioneros claretianos. Y cuatro
años en la vertiente segoviana, como
superior de la comunidad claretiana de
Segovia.
No hubo cumbre
a la que no ascendiera, crestería que no recorriese, con sol, con agua y hasta
con nieve. Mi memoria guarda los nombres de El Avantos, Alto de Los Leones,
Navacerrada, Peñalara, La
Mujer Muerta.. .
He levantado
los ojos a esos montes. He hecho compañerismo recorriéndolos, compartiendo
camino, merienda e ideales misioneros. Me enseñaron solidez, austeridad,
ascensión espiritual.
Y desde hace
trece años, nueva vida, nuevo lugar, nuevas montañas. La diócesis de San Pedro
Sula, de la que soy obispo, como ya he dicho,
tiene una franja montañosa que arranca del nor-oeste de Cortés con la Sierra de Omoa y continúa a lo largo del departamento de Atlántida con la
cordillera Nombre de Dios. La misma
geografía me invita a levantar mis ojos a la altura, de donde espero el auxilio del Señor (Salmo
121, 1-2)
El Merendón es
como el telón de fondo de un gran escenario en el que se viven tragedias,
dramas, comedias y sainetes, en fin, la vida real, compleja y variada, del
Valle de Sula con sus ciudades principales: San Pedro Sula, Choloma, Villanueva
y La Lima.
Al pie de
"El Merendón" vivo, en la
ciudad de San Pedro Sula. Al pie del Merendón escribo este blog que irá
recogiendo experiencias y reflexiones, alegrías y tristezas, amores y dolores
de San Pedro, del valle de Sula, y de
toda la diócesis, al tiempo que elevo
mis ojos al Señor para que guarde nuestras vida de todo mal (Salmo 121, 7-8).
+ Ángel Garachana Pérez, CMF
Obispo de San Pedro Sula
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