Me presento
Creo que sería falta de educación comenzar a escribir
algunas reflexiones en este blog sin presentarme. Me llamo "Ángel" y
lo soy, en un sentido etimológico de "mensajero",
"enviado", misionero". Soy misionero claretiano, miembro de la
congregación iniciada y formada por San Antonio María Claret con cinco
compañeros sacerdotes en 1849.
Desde hace 13 años (3-2-95) soy obispo de la diócesis
de San Pedro Sula (Honduras). Me alegra saber que "entre mis principales
deberes sobresale el de anunciar el Evangelio de Jesucristo" (Vaticano
II). Por ser obispo, soy -debo ser- un evangelizador nato.
Este encargo de "predicar el Evangelio a toda
criatura" (Mc. 16,15) y de enseñar a poner por obra lo que el Señor ha
mandado (Mt. 28,20) es un verdadero servicio y la Sagrada Escritura
lo llama "diaconía", o sea "ministerio"
Para ser un buen "servidor del Evangelio",
palabra de verdad y de vida, debo conocer el Evangelio y la cultura de nuestro
tiempo, tiempo de cambios profundos rápidos y globales. Un gran pensador cristiano
decía que debemos tener en una mano la Palabra de Dios y en la otra mano el periódico,
es decir sumergirnos en la Palabra y en la vida,
relacionar íntimamente Evangelio y vida, vivir la pasión por Dios y la pasión
por la humanidad.
Y soy obispo de la Iglesia Católica en América
Latina, "llamada hoy a repensar profundamente y relanzar con fidelidad y
audacia su misión en las nuevas circunstancias latinoamericanas y
mundiales" (Aparecida, 11). Ni el cambio cultural, ni la complejidad de
las situaciones, ni la gravedad de los problemas pueden intimidar a los
discípulos de Jesucristo y llevarlos a
encerrarse por medio en el interior de las iglesias o a replegarse en la
seguridad del puerto.
Por medio de este blog salgo a la plaza pública, a los
nuevos medios de comunicación, sin prepotencia pero sin miedo, con sencillez
pero con profunda convicción. Conocer a Jesucristo es lo mejor que me ha
ocurrido en la vida. Darlo a conocer a los demás es el encargo que he recibido
y el mejor regalo que puedo ofrecer, consciente de que "Él no quita nada y
lo da todo" (Benedicto XVI).
Bienvenido a este blog, a "esta casa de la
palabra, dicha y escuchada" para que el diálogo nos lleve a la verdad y a
la vida. Si, este blog quiere ser “casa de la palabra, dicha y escuchada”, un
lugar familiar donde conversar de “lo humano y divino”. En la casa se comparten
pensamiento y sentimientos, preocupaciones y esperanzas, amores y dolores,
ideales y proyectos.
Dios nos ha dado el don de la palabra y la capacidad
de la escucha, es decir, nos ha creado para el dialogo y nos invita a la
comunicación. Este blog abre un espacio para el dialogo que construye la casa
común donde habitar en paz.
Las palabras buenas y verdaderas son creadoras de
vida. Mi deseo es que las palabras aquí escritas, o escuchadas, sean palabras
constructivas, palabras que nos acerquen a la luz de la verdad y nos caldeen el
corazón, palabras que consuelen y abran caminos de esperanza, en definitiva,
palabras de vida.
+ Ángel
Garachana Pérez, CMF
Obispo de San
Pedro Sula
Comentarios
Publicar un comentario