SEDAC
Estamos en la
época de las siglas, y hasta oficialmente registradas, con derecho de
propiedad. ¿Has oído pronunciar esta sigla? ¿La has visto escrita o es la
primera vez que la lees?
SEDAC significa
Secretariado Episcopal de América Central. En nuestros ámbitos eclesiales es
más conocido el CELAM: Consejo Episcopal Latinoamericano, a pesar de que el
SEDAC es trece años anterior (1942) al CELAM (1955).
Escribo sobre
este organismo eclesial centroamericano porque la semana pasada celebró su
asamblea anual en San Salvador. Nos reunimos 49 obispos: de Panamá (10
participantes), Costa Rica (6), Nicaragua (5), Honduras (8), El Salvador (10) y
Guatemala (10).
Según sus
estatutos, el SEDAC es un organismo de comunión, colaboración y servicio a las
Conferencias Episcopales del área centroamericana (Art. 1). Tiene como
objetivos principales:
·
Fomentar el conocimiento mutuo, la
comunicación fraterna y el afecto colegial entre todos los obispos de la
región.
·
Propiciar estudios sobre los problemas de transparencia pastoral
para los pueblos centroamericanos, y sugerir soluciones.
·
Propugnar los vínculos de unión entre los pueblos centroamericanos.
(Art. 2)
La reciente
asamblea dedicó un día entero a la propuesta misionera de Aparecida, “la misión
continental”. Escuchamos la palabra
sabia, experimentada y ardorosa del P. Luis Mosconi. Lleva 20 años en
Brasil animando, realizando, renovando las “santas misiones populares”, una
experiencia de evangelización al servicio del pueblo, que se orienta hacia tres
objetivos convergentes: seguimiento de Jesucristo, red de pequeñas comunidades
eclesiales y defensa de la vida y de la naturaleza.
Dos obispos
biblistas, Mons. Mario A. Molina (Guatemala) y Mons. Oscar Mario Brown
(Panamá), nos presentaron la figura del gran apóstol Pablo, seducido por
Jesucristo y apasionado por el anuncio del Evangelio. Fue nuestra manera de
celebrar el año paulino convocado por el Papa Benedicto XVI el 28 de junio
pasado.
Realizamos la
elección del presidente y secretario del SEDAC para el nuevo cuatrienio,
responsabilidades que recayeron en Mons. Leonardo Brenes, arzobispo de Managua
y Mons. Jorge Solorzano, obispo de Matagalpa, respectivamente.
No faltó, según
costumbre, la tarde-noche de convivencia y la eucaristía en la catedral con el
pueblo de Dios. Terminada la celebración litúrgica, visitamos la tumba de Mons.
Oscar Arnulfo Romero, mártir por Jesucristo y como Jesucristo y modelo de
pastor entregado a su pueblo para que los pobres tengan vida.
Los obispos de
Centroamérica ya lo sabemos. La última semana del mes de noviembre está reservada
para nuestra asamblea: días de comunión fraterna, de oración en común, de
reflexión sobre las más acuciantes realidades sociales y religiosas de nuestros
pueblos, y de propuestas pastorales compartidas.
+ Ángel Garachana Pérez, CMF
Obispo de San Pedro Sula
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