Mensaje del Papa a los obispo de Honduras
En la reflexión
del día 14 sobre la “visita ad limina”
prometí comentar el mensaje que el Papa nos entregó a los obispos de
Honduras. Pueden leer el texto en la página web de la diócesis www.iglesiacatolicasps.com
El Papa nos
expresó sus sentimientos de alegría por recibirnos, de agradecimiento al
Señor por encontrarse con nosotros para
compartir nuestros proyectos e
ilusiones, preocupaciones y dificultades,
de afecto y gratitud a nuestras
personas por nuestra dedicación y
solicitud pastoral.
El Papa
reconoció el amor que nos urge a llevar el mensaje de Jesucristo a todos los rincones
de nuestro pueblo, pueblo que se caracteriza por una profunda religiosidad. Sabe bien cuánto
nos aflige la pobreza…, junto al aumento de la violencia, la emigración, la
destrucción del medio ambiente, la
corrupción o las carencias en educación,
entre otros graves problemas”. Conoce la
intensa labor de ayuda a los necesitados que hemos desplegado, de palabra y de obra. Es consciente de la ayuda inestimable que
recibimos de los sacerdotes y de la labor evangelizadora que realizan las comunidades religiosas. Y destaca “el
significativo papel que los laicos católicos hondureños están asumiendo en las parroquias”.
El Papa nos
traza en su mensaje como unas líneas de
acción para nuestro ministerio pastoral:
·
No anima a “impulsar una extensa y
audaz labor de evangelización que se
apoye… en la Palabra de Dios”.
·
Nos “exhorta vivamente a seguir
mostrando… el rostro misericordioso de Dios,
potenciando en todas las comunidades
diocesanas y parroquiales un extenso y capilar servicio de caridad”.
·
Nos indica que “un ámbito de
singular atención pastoral es el matrimonio y la familia, cuya solidez y
estabilidad tanto beneficia a la Iglesia y a la sociedad”.
·
Y nos pide cuidar a los discípulos
misioneros de Jesucristo en diversas
vocaciones:
o
Los sacerdotes han de ser los principales
destinatarios de nuestra solicitud de
padres, hermanos y amigos.
o
Debemos seguir promoviendo la
colaboración de los religiosos y religiosas
en espíritu de comunión eclesial.
o
Y hemos de trabajar sin descanso
para que los fieles sean cada vez más
conscientes de que están llamados a vivir
la plenitud de la caridad participando en la misma misión salvífica de
la Iglesia.
En este año
paulino, me viene a la mente la relación del mensaje del Papa con las cartas de San Pablo. El Papa, al igual que el Apóstol al comienzo de sus cartas, reconoce lo
positivo de la Iglesia de Dios que está en Honduras y da gracias por ello. Al mismo tiempo nos exhorta y anima a seguir caminando en una determinada dirección y ora
insistentemente para que así sea.
Analizo las
líneas pastorales que nos ha trazado el
Papa y compruebo que coinciden con las
tres prioridades pastorales de la
tercera parte del documento de Aparecida y con una de sus claves principales:
el llamado al discipulado misionero según la
específica vocación de cada uno,
sacerdotal, religiosa, laical.
El Papa nos
anima a una extensa y audaz evangelización y el capítulo séptimo de Aparecida afirma que necesitamos una fuerte conmoción y una profunda renovación
misionera. El Papa nos exhorta a practicar el servicio de la caridad con los
pobres y Aparecida, en el capítulo octavo, nos pide relanzar la opción
preferencial por los pobres y excluidos.
El mensaje papal nos invita a cuidar la vida familiar y el documento
episcopal desarrolla en el capítulo noveno la opción por la familia, comunidad
de personas al servicio de la vida.
He compartido
con ustedes mi experiencia de la “visita ad limina” como una forma de hacer
realidad la petición del Papa: “les ruego que transmitan a sus sacerdotes,
religiosos, religiosas, seminaristas y fieles laicos el saludo y el aprecio del
Papa”.
+ Ángel Garachana Pérez, CMF
Obispo de San Pedro Sula
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